Aprendiendo de los mejores: Eddie Kramer

Eddie Kramer Ministerio del EstéreoVerano de 2019. Estudios La Fabrique. Mix with the Masters. Eddie Kramer. Construidos en el interior de una mansión del siglo XVIII, rodeada de jardines, arboladas y hasta un estanque con nenúfares. Habitaciones individuales para todos los asistentes. El más encantador equipo de cocina dedicado exclusivamente a nosotros, empeñados en superarse cada día. Shane, anfitrión de primera clase por parte de MWTM. Y nuestro maestro, el personajazo de Eddie, quien de muy chaval grabó el primer disco de Jimi Hendrix. Y los dos siguientes. Y varios de Led Zeppelin. Pero a los muchachos de AC/DC no les cayó tan simpático, por la razón que fuera.

Entre las muchas historias que Eddie nos contó en cada comida y cena está la lección que la vida le enseñó al darse cuenta de que los australianos no querían trabajar con él, por mucho que se empeñaran los de Atlantic Records. Eddie también tuvo tiempo para hablarnos de Jimi Page, Robert Plant, el borracho malencarado de Bonham y, aunque mucho menos, de Hendrix. Todo ello acompañado de las cintas donde grabó los ensayos de AC/DC (antes de que le largaran) y los multipistas de Little Wing y All along the watchtower; este último recuperado digitalmente de las cintas de segundo o tercer volcado, donde se habían mezclado ya algunos instrumentos, debido a que los magnetófonos de la época sólo tenían tres pistas (poco después llegaron a 4). Para mí ese fue el momento más emocionante de la semana. Aunque cuando quise «solear» la voz de Jimi se negó en rotundo, a la inglesa manera, con un tajante «enough is enough». Fue evidente para todos la conexión emocional que llegaron a tener productor y artista y que aún permanecía viva en Eddie.

 

En estas dos fotos se puede apreciar lo frikazo que llego a ser. Pegados en mi cuaderno de notas, las listas de canales que utilizó Eddie para enseñarnos los multipista de Hendrix. El primero corresponde a «All along the watchtower» y el segundo a «Little wing». La razón de que «All along» sea mucho más sencillo es que las cintas originales en las que se grabaron parte de los instrumentos se han perdido y para separar instrumentos tuvieron que emplear procesados digitales sobre la cinta máster que contenía la mezcla final. Un dato curioso que contó Kramer es que a Dave Mason le costó horrores tocar la guitarra rítmica (empleando una acústica de 12 cuerdas) tal como Jimi quería, que le estuvo gritando acordes durante horas y le obligó a seguir intentándolo hasta que quedó satisfecho.

Un dato que puede reflejar el interés que puse en comprender el porqué de la metodología Kramer es que a mitad de semana me gané el apodo de «Spanish Inquisition», ya que preguntaba incansablemente por cada posición de micro, detalle de su filosofía de producción, ecualización o parámetro de compresión. Tras una semana observando atentamente las maneras y sabidurías de este genio del sonido os podemos garantizar que son esas las técnicas que aplicamos en nuestras grabaciones, porque nos va mucho el «sonido yanqui»: calentito y denso. Aunque lo que más valoro es el completo cambio de mentalidad a la hora de enfrentar la mezcla: la filosofía del todo vale si te gusta, haz lo que te de la gana y pásatelo bien.

A pesar de lo cansino que fui, al final de toda la aventura el bueno de Eddie me dedicó unas bellas palabras en mi cuaderno de notas, haciendo gala de ese humor inglés que lleva por bandera. En definitiva una de las mejores experiencias en mi carrera como técnico de sonido y productor. No sólo por lo aprendido, por la oportunidad de conocer a una leyenda o por disfrutar de un magnífico estudio: la experiencia en su totalidad, compartida con otros técnicos y músicos de todo el mundo, fue una fantasía.

Resumen gráfico del cachondeíto que nos traíamos.